22 agosto 2008

Viaje. 2ª parte: VENEZIA

Llegamos a Venezia en tren desde Roma (4 horas y media). Cuando llegamos enseguida vimos el agua y daba buena sensación. Fue muy facil encontrar el hotel aunque estaba en una calle muy muy estrecha como la mayoría de las que hay allí. ¡Pero la del hotel aun más estrecha!.
Nos pusimos a ver la ciudad enseguida: es muy bonita porque está llena de puentecitos y canales. En cada rincón puedes encontrar una sorpresa. Es similar a un laberinto y algunas calles terminaban en el agua (sin salida) y teníamos que volver atrás.
No tiene carreteras y por tanto no circulan coches ni motos ni otro vehículo que no sean barcos o góndolas. Hasta la policía, taxis y ambulancia eran barquitos.
Lo que más impresiona es la conocida Plaza de San Marcos: es muy grande y el palacio y la iglesia son muy bonitas. Está llena de palomas y el agua está rozando los últimos escalones.
Está lleno de tiendecitas de máscaras, algunas son auténticas obras de arte y las más caras tenían cristales de swarovsky.
No es una ciudad muy grande pero es única y seguro que una de las más bonitas del mundo.